En la pregunta no se expresa con qué tipo de oro se está trabajando, pero por el efecto descrito, podemos deducir que es Oro Blanco, y además del que está realizado con aleación a base de Níquel.
Así que si ese es el caso, la solución es fácil. Se debe cambiar el Blanquimiento habitual de Sulfúrico por otro a base de Ácido Nítrico y en las mismas condiciones de trabajo, tanto en Temperatura como Concentración.
Se puede deber básicamente a dos conceptos que hay que tener claros. Para fabricar aleaciones de Oro en cualquier kilataje, debemos partir siempre de formulas ideales y con metales puros, es decir, Oro 999,9 ‰, y resto de metales puros y en sus justas proporciones.
Es falsa la idea de que para preparar Soldaduras de 18 Kts se parte de Oro de 18 Kilates y se le añade la liga de soldadura.
En segundo lugar debemos tener en cuenta que estas aleaciones se preparan a base de unos metales aleados y preparados con un punto de fusión muy inferior al del Oro puro; entonces para no perder parte de estas propiedades de bajo punto de fusión, sería conveniente que esta liga se añada al Oro cuando éste ya esté fundido, y se le aplique el calor necesario para llevar a cabo la total homogeneización del metal.
Como prueba adicional de que esta aleación ha estado bien realizada basta con pesarla y comprobar que el peso obtenido es igual a la suma de los pesos de los metales que hemos utilizado.
El Mercurio es un metal que se amalgama fácilmente con el oro, y además tiene el inconveniente de ser altamente venenoso, así que hemos de proceder con todas las precauciones posibles para no correr riesgos innecesarios con nuestra salud.
Para eliminarlo podemos realizar el siguiente proceso siempre y cuando la pieza sea de 18 Kilates o más, y con consistencia. Se procedería a sumergir la pieza en una solución de Ácido Nítrico caliente, y éste ácido comerá el Mercurio; correremos el riesgo de estropear la pieza ya que el ácido se come también la plata y el cobre aleados con el oro, y puede estropearse. Debemos realizar esta operación vigilando que el ataque solo se realice sobre el Mercurio.
Por lo que esta pieza si es delgada o de bajo kilataje correremos el riesgo de dañarla. Lo que no se debe realizar con piezas amalgamadas con Mercurio es someterlas a un calentamiento por encima de los 357º C, que es la temperatura de ebullición del Mercurio, ya que así se evaporaría y podría envenenar a la persona que respire esos gases y además dañar al medio ambiente.
Si es posible el lijado y posterior pulido es el paso mas aconsejado. Si por el tipo de pieza esta operación no se puede realizar podríamos eliminar el baño de Rodio utilizando la siguiente formula. Disolver 5 grs. (una cucharada de moka) de Salitre en 250 cc de Ácido Sulfúrico.
Se corre el riesgo de dañar a la pieza seriamente así que si se deciden por este proceso deben sopesar todos los pros y contras. Se aconseja si fuera posible proceder previamente con alguna pieza de semejantes características pero sin valor a fin de aprender y evaluar los posibles daños que se puedan cometer. En esta solución hemos de introducir la pieza en cuestión e incluso calentar este baño si fuese necesario. Ahora bien, debemos proceder con sumo cuidado, ya que esta reacción es muy agresiva y tratamos de eliminar el Rodio, no la pieza. Para ello debemos contar con toda la ayuda que nos sea posible. Si sabemos si el color de la aleación de la pieza es diferente al blanco (amarillo, rojizo,..) podemos verlo con más seguridad de establecer el momento de finalizar, si no lo sabemos o si la pieza está realizada en una aleación de tonos claros, debemos aumentar el nivel de vigilancia para determinar el momento final de la operación.
Una vez determinado ese punto final, aclarar en agua corriente y volver a pulir. Esta operación está totalmente desaconsejada para piezas realizadas en Plata, Latón, Cobre, ya que corremos el riesgo de perder la pieza.
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