Consejos de utilización para Aleaciones a base de Níquel

    Por norma general para las aleaciones a base de Níquel, no es bueno aprovechar recortes para producciones nuevas, es decir, las refundiciones con recortes de fundiciones anteriores, provocan en la aleación, rugosidades, poros, y/o picaduras en el metal. Estas ligas blancas contienen mucho Níquel; los recortes que se refunden
    muchas veces, poseen un elevado índice de oxidación y es seguro que la fundición se dará defectuosa.

    El exceso de calor no es bueno para el Níquel, en cuanto se compruebe que el metal está fundido, no tenemos que seguir añadiendo calor a la aleación. Se debe dejar durante unos momentos que la aleación repose , una vez bien fundida, y en breve, verter este material fundido en el cilindro.

    El blanquimento a utilizar para limpiar los óxidos en este tipo de aleaciones, cambia con respecto al utilizado en el oro amarillo.

    Se ha de utilizar una solución a base de ácido nítrico, ya que el ácido sulfúrico ataca al Níquel de la aleación y lo enrojecerá. Para elaborar este blanquimento deberemos observar las mismas precauciones que con el habitual, ya que vamos a trabajar con ácidos. Se debe trabajar sobre un vaso tipo PIREX, y en lugar bien ventilado. Añadir de 50 a 100 c.c. de ácido nítrico y rellenar hasta el litro de agua (mejor destilada). También actúa en caliente, no hace falta llevarlo a ebullición y las primeras veces hay que observar bien como actúa e ir regulando concentración, temperatura y tiempo para evitar sorpresas desagradables.